24/08/2018

Tonta reflexión





Para estar a tono con esta época, que valora la inmediatez y la instantaneidad, debería alcanzar con un sólo y único día de vida para darse cuenta como viene la mano con la cuestión existencial.
No digo que ese día sea el primero. Supongo que apenas uno nace está dedicado a cuestiones mas importantes que develar los sentidos o no de la existencia, como por ejemplo, dedicado simplemente a existir.
Tampoco digo que sea el último, porque de qué serviría conocer los misterios de la vida justo en el instante previo a abandonarla, sería una ironía imperdonable.
La mitad de la vida podría ser. Aunque claro, habiéndonos ya respondido las preguntas mas rebuscadas, conociendo el cómo-cuándo-dónde-por qué-para qué de la existencia... ¿en qué ocuparíamos nuestra mente ociosa la otra mitad?.
Porque no alcanza con saber qué hay que saber sino que, además, es necesario saber cuándo es mejor saberlo.

Será por tanta complicación que en esta época el "saber" está en crisis: cada vez menos gente se hace preguntas y se dedica simplemente a existir, pero comprando respuestas ajenas

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios, quejas, sugerencias, desvaríos...